viernes, 27 de septiembre de 2013

Spider-Man: Blue


Spider-Man: Blue fue una miniserie editada entre 2002 y 2003, escrita por el discutido Jeph Loeb (autor un tanto dispar, amado y odiado por igual por los fans y la crítica) y dibujada por Tim Sale. Esta miniserie relata en un tono de remembranza y melancolía la historia de la relación de Spider-Man con Gwen Stacy, aquel gran amor de Peter Parker que muere trágicamente a manos del Duende Verde en 1973. Se ubica dentro de un plan de miniseries "coloridas" de estos autores ubicadas en los comienzos de la carrera de algunos personajes (Daredevil: Yellow, Hulk: Gray). Hablando específicamente de la idea... es muy poco original, para 2002 ya teníamos multitud de historias que revisaban las primeras épocas de Spider-Man, de las relaciones con sus amigos, conocidos, villanos, JJ Jameson, Tía May y, más que nada, con Gwen (y su muerte). ¿Hacía falta volver a revisar la relación entre Peter y Gwen? La verdad, no. Pero si uno llega con esa idea al primer número de Blue, se lleva una gran sorpresa.

Spider-Man: Blue #5
La magia de los
maravillosos lápices
de Tim Sale
Es probable que Jeph Loeb haya nacido para contar este tipo de historias donde se revisan desde un punto de vista poco tradicional los aspectos más humanos de los personajes (no es una gran deducción, conociendo otras obras destacadas del autor como Superman For All Seasons -que tendrá pronto una reseña por este blog-). Loeb logra un relato que repite cosas ya contadas por Stan Lee, Steve Ditko y John Romita Sr., incluso repitiendo diálogos, y agregando alguna que otra cosa (e ignorando algunos detalles cronológicos incluso), pero, sin embargo, querés seguir leyendo, sabiendo lo que va a pasar, sabiendo como sucedieron las cosas entre Peter, Gwen, Mary Jane (y Harry Osborn, incluso). Una especie de drama adolescente, que podría competir con cualquier serie del estilo, pero con Spider-Man en el medio (y Rhino, Lizard, Vulture...).



Gwen, invitándote, en Spider-Man: Blue #4

Tim ditkotizado, #5
Tim Sale es el mejor acompañante de Loeb en estas historias. Este dibujante se destaca por sus trazos suaves que dejan fluir la historia, y sus rostros hacen que los personajes salgan de las viñetas, que puedas ver las lágrimas cayendo, o cuando se ruborizan, sin que eso necesariamente esté dibujado. Los rostros de TS generan sensaciones, hace creer que estás viendo una serie con buenos actores. La forma en que dibuja los ojos y las sonrisas de Mary Jane y Gwen logran enamorar al lector, que remite a su juventud, a su adolescencia, al instante. Y las portadas que hizo para este cómic son de lo mejor de su carrera a mi criterio, simples e impactantes. Si bien no es un dibujante que se destaca por las escenas de acción, en este caso se permite incluso un homenaje a Ditko.


Spidey se aleja de
MJ... portada del #3
Algunos fanáticos pueden quejarse de los problemas cronológicos que incluye la historia, al narrar hechos ya narrados de una forma algo distinta, pero el recurso narrativo que introduce Loeb salva ese pequeño detalle, y añade un gran tono a la historia: el relato es contado por Peter Parker en su grabadora, como él lo recuerda, hablándole directamente a Gwen (una Gwen que ya dejó el mundo tiempo atrás). La carga de emotividad va subiendo viñeta a viñeta, hasta que logra justificar el "Blue" del título, y da ganas de volver a leerlo, pero esta vez poniendo como soundtrack algún viejo tema blusero, de esos bien melancólicos. Y Loeb no termina la historia de la manera obvia. Cuando el lector cree anticipar el final, y se espera algún salto temporal hasta la muerte de Gwen, Loeb termina el relato en el mejor momento. Y enmarca perfectamente el triángulo Gwen-Mary Jane-Peter (triángulo, pero no necesariamente triángulo amoroso).


Y llega, despampanente, Mary Jane
mientras Sale recuerda a Romita en
el número #2

Otra cosa que me hizo pensar este serie es en la mitología. No se discute que la mitología moderna, encarnada por los superhéroes, surge dentro de los cómics de DC Comics. Aquellos personajes encarnan los mitos creadores, los dioses primigenios de la antigüedad. Pero como los mitos antiguos dejaron paso a las mitología más rebuscada de los relatos griegos, DC dejó pasó a Marvel, el lugar donde los dioses no son perfectos, y poseen defectos muy humanos (sí, me fui un poquito al carajo comparando a Zeus con Peter Parker, pero se entiende lo que quiero decir no?). Y pensándolo de esa forma, es muy lógico que Spider-Man sea el ícono por excelencia de Marvel.

Y para cerrar... imposible no sentir un cosquilleo en la
espalda, si Gwen logró hacerte sonreír.




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