lunes, 24 de junio de 2013

Quiero convertirme a esa religión...o.... Man of Steel (2013)


Acabo de verla. Y estoy cebadísimo. Por fin Warner aprendió, tenían que pasar varias Iron Man y Avengers para que en Warner se dieran cuenta. Me imagino a Goyer, Snyder y Nolan reunidos en un bar y diciendo "vieron Avengers, bueno, hagamos eso pero rompamos todo" "pero todo, en serio todo" "Green Lantern jamás pasó, olvidate". Por fin un par de realizadores se puso las pilas y entendió que era Superman. Ya nos lo habían dicho muchos: John Byrne, Mark Waid y Grant Morrison (acuérdense de All Star Superman... ), entre los más recientes.

Lo primero que dije cuando terminó fue "quiero convertirme a esa religión" "quiero predicar ese evangelio supermaniano". Kal-El de Kryptón, desde ahora sos Dios para mí. Eso es lo que por fin entendieron. Superman es Jesús, es Dios, es un dios solar, es Ra y el Inca, todos juntos. Man of Steel nos invita a hacer el viaje del héroe y el viaje del profeta que se convierte en mesías. Y hasta acá está la parte libre de spoilers. Si no viste Man of Steel, andá a verla, emocionate. Si ya la viste (o si me hiciste caso y fuiste ya ya) vení que te sigo contando porque estoy tan cebado. Me vas a entender un poco.

Jesús desde el cielo admirando a la gente
"Padre, no saben lo que hacen".
Bueno, volviendo, me imagino a guionista, productor y director viéndose Avengers cuadro por cuadro y pensando "viste acá donde se cae el edificio?, bueno, hacelo por cuatro". Superman es el ser más fuerte del planeta, es quizás la fuerza más poderosa del universo, si hacemos que se ponga a pelear con empresarios pelados megalómanos de entrada, la gente no va a entender la grandeza de que un ser semejante elija vivir entre los humanos. Es difícil hacerle creer a la gente que un periodista de anteojitos es el salvador de la Tierra. Entonces hagámosla al revés, que esto no sea el viaje de Clark Kent para convertirse en el héroe. Esto es Superman conviertiéndose en el héroe, convirtiéndose en Clark Kent para seguir siendo el salvador de la humanidad. Un gran acierto el villano, el General Zod. La motivación es perfecta, y cuadra en todo sentido con la historia. Querían que se entienda que Superman es Jesús, y lo lograron en muchos aspectos. Desde el guión hasta las geniales tomas con guiños religiosos (Clark en la iglesia con Jesús en la cruz detrás, Superman tirándose de espaldas crucificado hacia el espacio...). Todavía se siente el mensaje religioso cuando nos cuentan el significado del símbolo, de la gran "S" (Mark Waid lo está escuchando todavía...)


Las batallas épicas tienen el estilo Dragon Ball Z a la décima potencia ("para salvar el planeta hay que romperlo un poco"). Son seres de poder increíble, si se van a dar cachetazos tienen que volar un par de montañas. Rompiendo tres o cuatro ciudades menos, la película seguía siendo épica. Creo que en algunas escenas pude escuchar a Snyder diciendo "traigan más edificiosssss".

De todos los pósters oficiales,
este es el que más me gusto. Quiero volar.
Por primera vez se ponen las pilas mostrándonos en serio a Kryptón y a su cultura, como hizo John Byrne con su propio Man of Steel allá por los '80. Esa estética, esa magnificencia, esa cultura, hacia falta mostrarla, y no caer en un viejo Superman sin efectos, sin magia. Un dios tiene que tener su leyenda, y la leyenda kryptoniana fue puesta con espectacularidad. El papel de Jor-El en la historia es impresionante. Lois Lane tuvo por fin un buen papel. Ya no es la novia tonta que necesita ser salvada, ahora es una compañera del héroe. Muy buen guiño el de la caída desde el espacio, fue llevar la eterna caída de Lois desde el helicóptero/avión/edificio a las más grandes proporciones. Alguna vez leí "Superman siempre aparece en el último minuto para evitar que Lois se estrelle con el suelo", y en esta ocasión, lo llevaron a la proporción que ameritaba la película. Y elegir una Lois colorada fue lo mejor de lo mejor.




Bueno, y no sigo hablando más porque ahora estoy bastante cebado, hay cosas que puedo marcar como negativas: el abuso de Snyder de los zooms "manuales" y los movimientos de cámara cuando muestra naves y hombres volando, la cantidad excesiva de escombros y destrucción de mobiliario, la ausencia de guiños al universo DC (esa parte todavía no la terminaron de aprender de Marvel), el tono grisáceo que tenía la fotografía en muchas tomas... pero nada es tan importante como para dejar de cebarme. Sigo cebado.

Y esa escena final... ese niño jugando al superhéroe... quiero ir a buscar mi capa y volver a tener 6 años. Y volar.
"Hope"


Y si todavía quedaste cebado como yo, te tiro un par de recomendaciones para seguirla y entender la magnificencia (y de paso encontrar los guiños de donde sale todo esto):


The Man of Steel (1986). Miniserie de 6 números escrita y dibujada por John Byrne. Andá a aprender sobre Kryptón, sobre su cultura, y sobre el mito de Superman. Este es el Superman básico. Y no te estoy mandando a la Golden Age para que lo veas saltando edificios antes de aprender a volar, andá a ver esta obra maestra con años de digestión del mito.




Y si te copaste más todavía, prendete de esta maxiserie de 12 números: Superman Birthright (2003-2004) con el profeta de dios Mark Waid y el genial Leinil Yu a los dibujos. En doce números te enseñan porque Superman es el mensajero de la esperanza, y porque Luthor es lo peor que le podía pasar, mientras te venden un Krypton que te hace soltar más de una lágrima.








Y si después de todo no te alcanza, no sé por qué todavía no leíste All Star Superman del pelado Morrison, que ya recomendamos por acá, pero nunca está de más recordar lo glorioso que es.





PD: Este blog atenta de ser muy DC respecto a cómic y películas, prometo que mi próximo posteo va a volcarse a mi verdadero amor, Marvel. Oh gloriosa Casa de las Ideas, no te engañaré más. 

sábado, 8 de junio de 2013

Batman: Arquitectura mortal (Batman: Death by design)


Recomendación:

Batman: Arquitectura mortal (Batman: Death by design) (DC, 2012). 


Me gusta hacer este tipo de reseñas ni bien acabo de terminar de leer o ver lo que estoy por reseñar dado que me gusta esa sensación que queda después de leer o ver algo que me gusto mucho, esas ganas de recomendarlo, esas ganas de hablar de la historia, de que me gusto, de que no me gusto, que le cambiaría, que no. Es como cuando a la salida del cine escuchamos a las personas comentando la película que acaban de ver. Batman Arquitectura Mortal dejo esa sensación en mí, porque realmente me gusto mucho. No es mi intención hacer solamente revisiones de cosas que me gustan, en algún momento me voy a poner intolerante y voy a hablar de las cosas que no me gustan también. Volviendo al comic, la historia es simple, un poco lineal y predecible, pero así y todo muy entretenida. Yo me imagine el giro cuando llegue a la mitad del comic pero eso no impidió que yo quiera seguir leyendo y ver como se resolvía el conflicto principal. 

Portada de Batman: Arquitectura Mortal. Un comic más que recomendable.
La historia gira en torno a la antigua estación de ferrocarriles de Gotham, la cual está por ser demolida debido a su pobre estado de conservación y su abandono, y se planea construir en su lugar una nueva estación diseñada por un arquitecto europeo. El proyecto lo está llevando adelante el mismísimo Bruce Wayne, ya que su padre fue el que encargó la primera estación. En las primeras páginas podemos ver como durante el anuncio de Wayne sobre la demolición de la estación original una grúa se desestabiliza y se derrumba en el centro de la ciudad. Esto nos da la pauta de a que deberá enfrentarse Batman cuando intervenga: A los edificios de la ciudad de Gotham. Una persona se opone fuertemente al proyecto de Wayne: Cyndia Syl, una millonaria que no quiere que la estación sea demolida porque la considera una obra de arte y porque piensa que aun se puede restaurar. Para esto busca convencer a Bruce Wayne de que detenga el proyecto. 
Wayne que no piensa dar marcha atrás la invita a la inauguración de otra obra del arquitecto europeo, una especie de club nocturno hecho de cristal llamado Ceilig. Aprovechando la inauguración hace su irrupción el Joker el cual pretende robar sus pertenencias a todos los millonarios de Gotham allí presentes. Sus planes se ven frustrados cuando aparece en escena un extraño personaje enmascarado llamado Exacto. Éste anuncia que el club nocturno está por derrumbarse y que tienen poco tiempo para salvarse. Como es de esperarse, perdemos de vista a Wayne y Batman entra en escena. Batman ayuda a sacar a la gente y se pelea un poco con el Joker que finalmente cae al vacío sonriendo como el psicópata que es. También al principio de la historia se nos presenta a un periodista llamado Richard Frank que al haber estado en el lugar del derrumbe de la grúa se le encarga cubrir el caso de la estación y luego recibe ayuda del misterioso Exacto para lograr dar con un sindicalista mafioso llamado Bart Loar, el cual estaría involucrado de alguna manera en los derrumbes. El último personaje que conoceremos es a Garnett Greenside, el hijo del arquitecto de la estación original, el cual desconoce el paradero de su padre que se encuentra desaparecido hace unos días. 

El Joker tiene una pequeña participación en la historia.
A partir de acá se empiezan a plantear los interrogantes ¿Quién es Exacto? ¿Cómo sabía que la estructura del club nocturno iba a colapsar? ¿Qué tiene que ver el hijo del arquitecto en todo esto? ¿Cuál es la responsabilidad de Loar respecto a los derrumbes? Toda una historia detectivesca con misterios por resolver, personajes sospechosos y una dama en peligro. El comic es corto, y de fácil lectura, lo cual lo hace una obra muy interesante y recomendable para cuando no tenemos ganas de leernos un arco argumental larguísimo en el contexto de un universo mucho mayor. Este comic puede leerse sabiendo cosas muy básicas de Batman, de hecho solo debemos saber, quien es Bruce Wayne, quien es el Joker y quien es Alfred. Listo, a disfrutar. No voy a spoilear nada más de la historia porque esto es una recomendación, les estoy diciendo, si pueden conseguirla, léanla, vale la pena. 


El misterioso personaje enmascarado Exacto.
Fuera del tema de la trama en sí, el comic es muy interesante respecto a la estética. Los dibujos de Taylor son excelentes, el nivel de detalle en ciertos momentos es abrumador. Taylor nos hace sentir que estamos en Gotham rodeados de sus imponentes rascacielos. Hay ciertos dibujos que son memorables: el club nocturno de cristal sobre la ciudad de Gotham, la vista de la ciudad como un vacío hacia el cual el Joker cae o  la oficina del hijo del arquitecto son alguno de los ejemplos de estos dibujos increíblemente detallados. Otra cosa que me encantó es que el dibujo es prácticamente en blanco y negro con solo unos pequeños detalles a color. Es un detalle pequeño pero a mi criterio muy interesante, que si bien se ha usado en otros comics, nunca está demás, pero esto es una apreciación personal. La estética del comic además es interesante porque nos hace sentir que estamos leyendo un comic de Batman de los años '40. El traje de Batman, la máscara, el símbolo e incluso sus batidispositivos nos recuerdan elementos típicos de mediados del siglo veinte. Lo mismo sugiere el ambiente en el que transcurre la historia dado que por ejemplo la arquitectura de Gotham y los autos que se pueden ver en la calle, son típicos de esa época.  Es también un gran detalle el hecho de que la historia acompaña exactamente esa estética, es una historia simple que vuelve a las raíces de Batman, el detective que enfrenta mafiosos. Incluso es interesantísimo el detalle de ver al justiciero probar distintos dispositivos a lo largo del desarrollo de la historia, como si estuviera durante los inicios de su carrera.

La estética de Batman nos recuerda fuertementa los años ´40.
 En fin, no quiero extenderme más, siento que muchas cosas no son tan fáciles de transmitir porque preferiría que las experimenten cuando lean este comic. Una historia simple pero interesante y una estética exquisita, hacen de Batman: Arquitectura Mortal un comic más que recomendable tanto para aquellos a los que les encanta Batman como para quienes nunca leyeron nada del murciélago.

jueves, 6 de junio de 2013

All Star Superman (DC, 2008-2010)

Portada de All Star Superman #1.
La belleza de Superman sentado, observando
Metrópolis desde las nubes, es increíble.

¿Qué hace falta decir de Superman? Superman es el origen de todo. Usando un poco de jerga científica, Superman es el holotipo del superhéroe (holotipo hace referencia al ejemplar que se usa para definir una especie en ciencias biológicas, y que se utiliza como patrón para calificar e incluir dentro de esa categoría a todos los otros ejemplares). Si Joe Shuster y Jerry Siegel no hubieran imaginado al Hombre de Acero, la historia moderna no tendría mitologías modernas.

A principios de la década de 1990, ya con un Superman que acumulaba más de 50 años de historias y con canas bastante visibles a los costados de su cabeza, se discutía acerca del papel del personaje en tiempos más modernos. ¿Superman está pasado de moda? ¿Superman representa ideales inocentes, más propios de una época más naif? ¿Superman es tan solo un símbolo de Estados Unidos? Estas son algunas preguntas y discusiones que pasan por la cabeza de cualquiera que se introduce en una charla sobre Superman incluso hoy.

Para responder a eso, y demostrar la importancia de este ícono, Grant Morrison escribió All Star Superman.  Debo reconocer que la primera vez que leí esta historia no comprendí su dimensión. Fue una de las primeras cosas que leí dentro de DC, y pensaba que era otra versión del clásico origen de Superman que ya nadie desconoce. No sabía quién era Morrison, pero sin embargo, me pareció una historia muy linda, muy completa. Pero de a poco, volviendo a ver cada página, cada línea de diálogo, me iba gustando, y más, y más.

Primero metámosnos un toque con lo técnico: dibujada por Frank Quitely, All Star Superman narra una historia en doce capítulos sobre lo que podrían ser los últimos días de Superman, realizando antes de su muerte, doce legendarios trabajos (emulando las míticas doce tareas del Hércules de los mitos griegos). Equivale a lo que en DC Comics suelen llamar un "Elseworld", una historia paralela, no centrada en la continuidad oficial de su Tierra Uno. A lo largo de la episodios, Superman se enfrenta a diversos problemas, y la galeria de secundarios y villanos más clásicos del hombre del mañana desfila por las páginas. No falta su eterna relación con Lois Lane, su siempre amigo Jimmy Olsen, o su perfecta némesis Lex Luthor. Pero Morrison, como siempre hace, va más allá.

Superman vuela, magistralmente, hacia el Sol, en la segunda
página de la historia.

La historia está plagada de homenajes al mayor ícono de la cultura popular, en cada viñeta, en cada detalle, Morrison agrega referencias a todas las épocas por las que atravesó el Último Hijo de Krypton. Ahí está la magia de la Edad Dorada, los primeros años del héroe, las indescriptibles aventuras transvestidas de Jimmy Olsen en la inocencia no tan inocente de los años '60, la intrépida Lois Lane periodista, las historias cienciaficcionistas de los '50, el terrible Doomsday que alguna vez logró lo que Lex Luthor nunca pudo, el mismo Lex demostrando las razones que lo hacen el perfecto villano para este héroe, Kandor la ciudad embotellada de Krypton, Krypto, Perry White, Jor-El y Lara, Bizarro, y muchísimo más.

Superwoman y Superman en la Luna, All Star Superman #3
Frank Quitely se luce. Y se luce muchísimo. Su retrato de Clark Kent como un grandote torpe, humano, con la mirada siempre distraída, hace que incluso el lector caiga en ese mágico embrujo que produce Clark al ocultar su otra personalidad. Y cuando Quitely dibuja a Superman genera una imagen sublime. No sólo brillante, sublime. El Superman de Quitely es un extraterrestre más humano que cualquier habitante de la Tierra. Quitely logra crear un ícono con su dibujo, genera lo más cercano a una imagen religiosa. Superman brilla. Superman es Jesús hablándole a la multitud durante del sermón de la montaña. Superman es Hércules separando las rocas para crear el peñón de Gibraltar, es Jasón atado al mástil mientras cantan las Sirenas. Superman es la acumulación de todos los héroes mitológicos y de todas las figuras religiosas. Y todo eso gracias a Morrison y Quitely. 

Superboy y Krypto, lado a lado, en All Star Superman #6.
Algunas escenas de la historia logran generan una emoción superlativa: gracias al Super-Suero preparado por el superhéroe, Lois Lane se transforma en Superwoman por 24 horas, y por un día completo ambos personajes disfrutan completamente de su amor. El beso en la Luna de Lois y Clark es un broche emotivo que puede tocar fibras profundas. Todo el episodio de Superman atrapado en Mundo Bizarro está lleno de aventura y diversión, y la excelente incorporación del Bizarro-Bizarro "Zibarro", el bizarro inteligente, condenado a vivir en un mundo de bizarros tontos generan una muy linda historia. Superman en sus primeros años, cuando era Superboy, otra vez desde la Luna, observando la Tierra, pero esta vez acompañado por su fiel perro Krypto, hacen sacar una lágrima hasta a la persona más dura.

Grant Morrison logra escribir un increíble homenaje a toda la historia del Hombre de Acero, y al mismo tiempo escribir quizás la mejor historia del personaje.

All Star Superman es un viaje increíble, emocionante, y por sobre todo, es un cómic hermoso. Creo que esa es la palabra que mejor lo califica. Hermoso.

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