jueves, 6 de junio de 2013

All Star Superman (DC, 2008-2010)

Portada de All Star Superman #1.
La belleza de Superman sentado, observando
Metrópolis desde las nubes, es increíble.

¿Qué hace falta decir de Superman? Superman es el origen de todo. Usando un poco de jerga científica, Superman es el holotipo del superhéroe (holotipo hace referencia al ejemplar que se usa para definir una especie en ciencias biológicas, y que se utiliza como patrón para calificar e incluir dentro de esa categoría a todos los otros ejemplares). Si Joe Shuster y Jerry Siegel no hubieran imaginado al Hombre de Acero, la historia moderna no tendría mitologías modernas.

A principios de la década de 1990, ya con un Superman que acumulaba más de 50 años de historias y con canas bastante visibles a los costados de su cabeza, se discutía acerca del papel del personaje en tiempos más modernos. ¿Superman está pasado de moda? ¿Superman representa ideales inocentes, más propios de una época más naif? ¿Superman es tan solo un símbolo de Estados Unidos? Estas son algunas preguntas y discusiones que pasan por la cabeza de cualquiera que se introduce en una charla sobre Superman incluso hoy.

Para responder a eso, y demostrar la importancia de este ícono, Grant Morrison escribió All Star Superman.  Debo reconocer que la primera vez que leí esta historia no comprendí su dimensión. Fue una de las primeras cosas que leí dentro de DC, y pensaba que era otra versión del clásico origen de Superman que ya nadie desconoce. No sabía quién era Morrison, pero sin embargo, me pareció una historia muy linda, muy completa. Pero de a poco, volviendo a ver cada página, cada línea de diálogo, me iba gustando, y más, y más.

Primero metámosnos un toque con lo técnico: dibujada por Frank Quitely, All Star Superman narra una historia en doce capítulos sobre lo que podrían ser los últimos días de Superman, realizando antes de su muerte, doce legendarios trabajos (emulando las míticas doce tareas del Hércules de los mitos griegos). Equivale a lo que en DC Comics suelen llamar un "Elseworld", una historia paralela, no centrada en la continuidad oficial de su Tierra Uno. A lo largo de la episodios, Superman se enfrenta a diversos problemas, y la galeria de secundarios y villanos más clásicos del hombre del mañana desfila por las páginas. No falta su eterna relación con Lois Lane, su siempre amigo Jimmy Olsen, o su perfecta némesis Lex Luthor. Pero Morrison, como siempre hace, va más allá.

Superman vuela, magistralmente, hacia el Sol, en la segunda
página de la historia.

La historia está plagada de homenajes al mayor ícono de la cultura popular, en cada viñeta, en cada detalle, Morrison agrega referencias a todas las épocas por las que atravesó el Último Hijo de Krypton. Ahí está la magia de la Edad Dorada, los primeros años del héroe, las indescriptibles aventuras transvestidas de Jimmy Olsen en la inocencia no tan inocente de los años '60, la intrépida Lois Lane periodista, las historias cienciaficcionistas de los '50, el terrible Doomsday que alguna vez logró lo que Lex Luthor nunca pudo, el mismo Lex demostrando las razones que lo hacen el perfecto villano para este héroe, Kandor la ciudad embotellada de Krypton, Krypto, Perry White, Jor-El y Lara, Bizarro, y muchísimo más.

Superwoman y Superman en la Luna, All Star Superman #3
Frank Quitely se luce. Y se luce muchísimo. Su retrato de Clark Kent como un grandote torpe, humano, con la mirada siempre distraída, hace que incluso el lector caiga en ese mágico embrujo que produce Clark al ocultar su otra personalidad. Y cuando Quitely dibuja a Superman genera una imagen sublime. No sólo brillante, sublime. El Superman de Quitely es un extraterrestre más humano que cualquier habitante de la Tierra. Quitely logra crear un ícono con su dibujo, genera lo más cercano a una imagen religiosa. Superman brilla. Superman es Jesús hablándole a la multitud durante del sermón de la montaña. Superman es Hércules separando las rocas para crear el peñón de Gibraltar, es Jasón atado al mástil mientras cantan las Sirenas. Superman es la acumulación de todos los héroes mitológicos y de todas las figuras religiosas. Y todo eso gracias a Morrison y Quitely. 

Superboy y Krypto, lado a lado, en All Star Superman #6.
Algunas escenas de la historia logran generan una emoción superlativa: gracias al Super-Suero preparado por el superhéroe, Lois Lane se transforma en Superwoman por 24 horas, y por un día completo ambos personajes disfrutan completamente de su amor. El beso en la Luna de Lois y Clark es un broche emotivo que puede tocar fibras profundas. Todo el episodio de Superman atrapado en Mundo Bizarro está lleno de aventura y diversión, y la excelente incorporación del Bizarro-Bizarro "Zibarro", el bizarro inteligente, condenado a vivir en un mundo de bizarros tontos generan una muy linda historia. Superman en sus primeros años, cuando era Superboy, otra vez desde la Luna, observando la Tierra, pero esta vez acompañado por su fiel perro Krypto, hacen sacar una lágrima hasta a la persona más dura.

Grant Morrison logra escribir un increíble homenaje a toda la historia del Hombre de Acero, y al mismo tiempo escribir quizás la mejor historia del personaje.

All Star Superman es un viaje increíble, emocionante, y por sobre todo, es un cómic hermoso. Creo que esa es la palabra que mejor lo califica. Hermoso.

¿Qué se puede agregar a esta imagen?

2 comentarios:

  1. Muy buena reseña. Obvio que coincido en el 92% de lo que decis. Solo quiero comentar (que tambien lo dijiste medio entre lineas pero es lo que mas me gusta a mi de la historia)que es impresionante como Morrison te transmite el amor por el personaje. Lo vende demasiado bien. Terminas de leer esto y Superman se vuelve incuestionable, es EL superheroe y no hay nadie mejor que el.
    Y tambien es increible como Quitely entiende a Morrison, el tipo siempre sabe exactamente lo que Morrison quiere mostrar, quizas por eso es una de los mejores duos escritor-dibujante que hay.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias! me alegro que te haya gustado. Y si, lo del amor se nota, no sólo por el personaje, sino por su historia y sus historias.

      Y es verdad, la pareja que hacen Quitely y Morrison llevando esta obra de arte es muy dificil de ver con otras duplas.

      Borrar